lunes, 12 de agosto de 2013

Dejar la mente en blanco.

Cuando no te reconoces ni mirándote al espejo, cuando no eres fiel ni a tus principios, cuando te conviertes en alguien que no eras, ahí te perdiste.

Te paras un día preguntándote ¿quién soy?, sin poder, ni saber responder.

Te sientes perdida, sin saber que hacer, hasta que esa llama en tu interior recobra la vida por si sola, y te plantea retos muy duros y recuerdos del ayer, en el que fueras como fueras, eras feliz.

Esa llama, esa pequeña pero poderosa llama que apareció de la nada te hace recordar tu verdadera sonrisa, ese día en el que no dependias de nadie para ser feliz, te tenias tu amor propio y amor por la vida que pasa veloz por el reloj.

Quieres dejar de ser una amargada y recuperar esa juventud en la mirada, esa mirada y esa sonrisa a la que los ojos de la gente tenian envidia porque sin ningún porque eras feliz, pese a todo lo que pasase a tu alrededor.


Das gracias a los cielos porque esa llama este 
llenando en ti todo ese vacío, que por ausente
 que estuviese, ni tu misma sabia cual grande era. 
Cubre cada espacio de ti. Y sin tu darte
 cuenta te sientes viva, de nuevo vuelves 
a encontrarte, a recuperarte a ti misma. 
Solo el destino ha podido encender 
esa llama en ti, esa llama que te hace dejar
 la mente en blanco, y ser tú misma.




No hay comentarios:

Publicar un comentario